Hace muchos años, cuando el hombre no había evolucionado y vivía aún en cavernas, no existían los animales que habitaran el mismo espacio que las personas. Para alimentarse los cazaban y las pieles las utilizaban para vestirse. Hasta que los hombres comprendieron que sería más fácil domesticar a algunos y tenerlos cerca. Así es como se inicia la practica de amansarlos y educarlos para que estén cerca del hogar. Estos se dividieron en los que servían para alimentarse, para vestirse, para trabajar y con el tiempo surgieron los que eran de distracción.
En la actualidad las mascotas ocupan un lugar tan importante como la de cualquier persona, al punto de tener sus propios derechos. En 1977 la Liga Internacional de los Derechos del Animal adoptó un amparo para los animales y proclamó en 1978 la Declaración Universal de los derechos de los animales. Posteriormente fue aprobada por la UNESCO y la ONU.
Y es de esta forma en que surge la significativa presencia de un conejo, un cachorro, un gato o una tortuga dentro de nuestro hogar.
jueves, 15 de enero de 2009
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